También se doblan, mejor dicho: se locutan; los documentales y ciertos spots de televisión.
Hoy quiero comentar precisamente el mundo de la publicidad; un mundo muy difícil pero que tiene unas retribuciones económicas muy buenas.
Y es que, poniendo voz a algún actor/personaje famoso; y este actor/personaje hace algún anuncio de TV, su doblador (generalmente) también le va a poner voz en la cuña de publicidad.
El caso más actual es el de Tónica Schweppes, dónde Hugh Laurie es el esponsor de la bebida. ¿Y quién es su voz? Pues la del archiconocido por todos nosotros, Luis Porcar.
¿Y qué tiene esto de especial? Es bien sencillo: un spot de televisión se paga desde los 360€ a los 525€ (puede que más), dependiendo de si el anuncio es para una emisora local o nacional.
Y no solamente el mundo de la publicidad otorga beneficios elevados a sus actores, sino que precisamente, lo que se consigue es que la gente MIRE el anuncio (aunque luego no compre); pero esos treinta segundos han acaparado la atención del espectador, e incluso puede hacer que determinado producto alcance ventas elevadas.
Y ¿qué tiene que ver esto con el doblaje? Pues que gracias a las voces de estos magníficos profesionales, determinados productos/marcas/empresas/asociaciones, recaudan cientos de millones. Y tan solo un 1% es lo que cobran las personas que hacen posible “vender con la voz”.
¡Qué injusticia!... Aunque bien mirado, en comparación, se paga mejor la publicidad que el doblaje.
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